La inspiración te llega cuando menos te lo esperas, y por supuesto, siempre hay que darle la bienvenida y atenderla. A Tontxu le vino a visitar en el reposo de su 50 cumpleaños, cuando bien entrada la noche, ya en su cama, hacia balance de las sensaciones y emociones vividas en ese día de celebración entre familiares, amigos y vecinos. Es una melodía muy pegajosa, de esas que te levantas con ella en la cabeza sin saber por qué, y como no, un canto a la vida desde la perspectiva que da la madurez y las experiencias vividas.
«La misma noche de mi cumpleaños, el 17 de agosto, mientras miraba las estrellas, plenamente consciente de nuestro lugar en el sistema solar, escuché en el silencio la melodía que adornaba mis pensamientos, como si alguien desde ahí arriba me la silbara al oído. Cada década hay una serie de cambios en nuestro organismo. Fruto de sensaciones y achaques varios propios de la edad, nace esta canción para celebrar no sólo cincuenta vueltas al Sol dadas, sino la mitad de ellas dedicándome a aquello que me propuse a los seis o siete años cuando mi tío Jose Manuel Ipiña (Mocedades) me invitó a ver uno de sus recitales sentándome en un “flycase” en el lateral del escenario, donde sentí por primera vez la sensación de tener un público delante.
Leí semanas antes en una encuesta realizada por no sé qué instituto, que el 25% por ciento de personas pensaban que el Sol gira alrededor de la Tierra y que el hombre convivió con los dinosaurios. Es decir que en 2022 una de cada cuatro personas con las que hablas tiene un pensamiento precolombino. Como decía Antonio Escohotado, (quien expulsó a unos admiradores de su casa porque no sabían a qué velocidad viajaba la luz), el que hoy en día es ignorante, lo es porque quiere. Tenemos la gran fortuna de acceder a la información de forma mucho más inmediata y sencilla que todas las generaciones de seres humanos que, antes que nosotros, habitaron este rocoso planeta. Sin embargo se ha instalado “algo raro” en nuestra sociedad occidental que no acabo de comprender, pero es grave, MUY GRAVE. Sálvese quién pueda y si a alguien con sensibilidad le llega esta canción y la comparte, me daré por satisfecho y agradecido.
Son consuelo de tontos los males de muchos y cuando todos tus quintos te tranquilizan contándote que a ellos también si no les duele una cosa les duele otra… pues qué quieren qué les diga. Espero que esta canción llegue a los nuevos cincuentones que se identifiquen con algo que solamente los que llevamos medio siglo dando vueltas a nuestro Sol sabemos cuando nos cambiamos una sonrisa cómplice porque ya sabemos de qué va esto de vivir, (bueno, tal vez tres de cada cuatro…)» – Tontxu Ipiña
“50 vueltas al sol” es una canción nueva e inédita. Tras el éxito que supuso el lanzamiento el año pasado de “Invental”, aclamado trabajo en el que Tontxu, junto al productor y arreglista Edgar Olivero, revisitaban los más destacados singles del cantautor, llevándoles a ritmos y sonidos cubanos, “50 vueltas al sol” supone una vuelta a la esencia, al deseo primario del artista de componer inspirándose en sus vivencias y en lo que le rodea. Producida y arreglada nuevamente por Edgar Olivero y mezclada por el prestigioso ingeniero de sonido José Dalama, “50 vueltas al sol” no podía esperar en un cajón y pedía a gritos ser escuchada. La serenidad de su letra, las verdades que encierra, la sabiduría de la vida y la sensibilidad de las imágenes de su videoclip hablan por si solas. Mientras esperamos el próximo proyecto de Tontxu para conmemorar sus siguientes 25 años de carrera, disfrutemos de esta maravillosa canción, que llena de paz el espíritu y hace aparecer una sonrisa en el rostro de los que acumulan ya varias decenas de vueltas al Sol…